Galtxagorri

GALTXAGORRI ‘calzas rojas’

Son genios minúsculos con forma de hombrecillos y visten calzones rojos. En algunos lugares adquieren la forma de insectos. Estos genios amigables son hábiles, vivaces, juguetones y auxiliadores. El dueño de los duendecillos los guarda en un alfiletero o en una cajita, y están siempre dispuestos a cumplir los mandatos del que los posee, aunque sean trabajos inverosímiles. Cuando se abre el alfiletero, que es su morada, inmediatamente comienzan a dar vueltas sobre la cabeza del dueño, preguntándole continuamente qué es lo que desea qué hagan. Suelen trabajar durante la noche, y a la mañana siguiente tienen el trabajo terminado. Para conseguir estos geniecillos basta con poner un alfiletero o una cajita sobre una maleza la noche de la víspera de San Juan, al amanecer los Galtxagorri se habrán introducido en su nueva morada.

Cuando los adivinos, brujos o curanderos realizan algo increíble, se dice que se han servido de la ayuda de estos genios.

Cuentan en Kortezubi (Vizcaya) que un hombre compró unos Galtxagorri para realizar unas labores en su caserío.

Abrió el alfiletero y les ordenó hacer el trabajo, los genios lo cumplieron de inmediato. Después les mandó otro que también realizaron en seguida.

Al finalizar el tercer mandato, los duendecillos preguntaron de nuevo qué podían hacer. El dueño, ya cansado de ellos, les ordenó que trajesen agua en un tamiz. Como no pudieron realizar tal labor los Galtxagorri se retiraron.